Ya terminaron las vacaciones y ahora toca volver a la rutina. Nos reencontramos con nuestros compañeros y profesores en el Conservatorio. Es hora de seguir aprendiendo a tocar cada vez mejor.
Os recordamos que es importante volver a adquirir los hábitos de trabajo que tuvieron como resultado la excelente Audición del pasado 16 de Diciembre que todos pudimos disfrutar.
Para ello es importante volver a tomar en consideración los tiempos de estudio semanales que recomendamos a principio de curso:
1º de Primer Ciclo de Elemental 20 minutos x 4 días al menos
2º de Primer Ciclo de Elemental 30 minutos x 4 días al menos
1º de Segundo Ciclo de Elemental (3º) 35 minutos x 5 días al menos
2º de Segundo Ciclo de Elemental (4º) 45 minutos x 5 días al menos
1º de Enseñanzas Profesionales 50 minutos x 5 días al menos
2º de Enseñanzas Profesionales 60 minutos x 5 días al menos
Como el pasado curso, el departamento de piano ha previsto organizar una excursión a Sevilla para asistir a un Concierto al Teatro de la Maestranza.
Este año el concierto escogido es un recital de piano solo a cargo de la gran pianista china Yuja Wang, que tendrá lugar el día 13 de mayo de 2014 a las 20’30 horas.
Creemos que es una gran oportunidad de ver en directo a uno de los mejores intérpretes de la actualidad.
Yuja Wang (Beijing, 1987), visita el Teatro de la Maestranza, precisamente, cuando se encuentra saboreando un momento álgido de su meteórica carrera internacional. Efectivamente, Yuja Wang, que comenzó a estudiar piano a los 6 años animada por su madre, bailarina, y su padre, percusionista -quienes, sin embargo, nunca la presionaron para tocara excesivas horas: de niña jamás tocó más de un par de horas diarias- se ha convertido rápidamente en todo un suceso musical aclamado por las mejores audiencias del planeta deslumbradas por su técnica “sobrehumana”, su “imaginativa” musicalidad y la rabiosa mezcla del atrevimiento propio de su edad y de una rara madurez que le permite enfrentarse al gran repertorio con una insólita hondura expresiva. “La llegada al panorama musical de la pianista china Yuja Wang es un acontecimiento estimulante y desconcertante. Escucharla en acción supone reexaminar cualquier creencia que pudiéramos tener sobre lo que quiere decir tocar el piano”, subrayó The San Francisco Chronicle.
Yuja ha tocado con todas las grandes orquestas -Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Cleveland, Concertgebouw, Lucerna…- bajo al dirección de los más prestigiosos maestros –Abbado, Maazel, Gatti, Pappano…- y ofrece una serie de 120 conciertos al año tocando como solista en las mejores salas del mundo. Yuja Wang graba en exclusiva para Deutsche Grammophon, donde ha registrado referencias de obras de Rachmaninov, Chopin, Stravinski o Liszt, entre otros, aclamadas por la crítica, que ha coincidido en subrayar la extraordinaria potencia y excitante sensualidad de sus interpretaciones.
“Puedo convertir en sexi cualquier música”, ha declarado ella, desinhibida y directa. Pues al extraordinario virtuosismo acompañado de profundidad expresiva que muestra la última y brillante generación de pianistas chinos –Lang Lang, Yundi Li…- Yuja Wang une otro elemento característico a esta promoción de músicos orientales: su don mediático y su fuerte inclinación al mercado de la moda y de las últimas tendencias chic, algo que puede provocar desconcierto entre los aficionados más rigurosos, pero que no puede ocultar la excepcional potencia musical de una pianista que, también precisamente por su contagiosa sinceridad y carisma, establece en escena ardientes lazos de comunión con el público.
Dotada de una técnica deslumbrante que, con 15 años, perfeccionó con Gary Graffman en el Curtis Institute of Music, hoy Yuja Wang ha transcendido todas las esclavitudes del virtuosismo para proclamarse una pianista libre. “¿Ponerme a prueba? Ya no me interesa impresionar. Lo tengo superado. (…) Nunca me interesó tocar rápido, ni fuerte, tampoco me guío por objetivos. Aunque suena cursi, el momento más feliz para mí es cuando me convierto en un transmisor de la música. (…) No me preocupa por si excitaré o gustaré a los demás. (….) Solo de la emoción de hacer buena música”, declaró en junio de 2013.
Otra paradoja aparente de su personalidad musical, es que Yuja Wang desmiente categóricamente el mito –hoy falso- que condenaba a los pianistas orientales a ser meros ejecutores muy técnicos, pero carentes de corazón y alma expresiva. Su última y anhelada grabación con la Joven Orquesta Simón Bolívar, dirigida por Gustavo Dudamel, con obras de Prokofiev y Rachmaninov, ha sido celebrada por Yuja Wang, precisamente, como una experiencia arrebatadora. “Esta orquesta tiene una energía y un entusiasmo increíbles. Están en forma, les gusta ir al límite, tienen sangre caliente, corazón y pasión. Sus músicos tienen mi edad y parecía que hubiera telepatía entre nosotros. Ha sido un sueño”, ha dicho. El álbum se publicará a finales de año.
Muzio Clementi fue un músico italiano. Nació en Roma el 24 de enero de 1752 y murió en Evesham (Reino Unido) el 10 de marzo de 1832.
Es reconocido por ser el primer compositor en escribir música para el piano. En realidad, toda su vida estuvo centrada en este instrumento musical, ya que fue intérprete, compositor, profesor, editor de partituras, constructor de pianos y organizador de conciertos.
Desde muy pequeño demostró una gran facilidad para la música. En 1766 un millonario inglés se dio cuenta de su talento y propuso llevárselo a Inglaterra para que estudiara allí. Los padres de Clementi aceptaron la proposición y Muzio pasó los siguientes siete años estudiando intensamente en la mansión del millonario inglés.
En 1770 ofreció su primer concierto público, obteniendo un enorme éxito. Daba comienzo una de las carreras de concertista más importantes de la historia.
Se desvinculó de su protector en 1774 y marchó a Londres, donde empezó a desarrollar su carrera como compositor y concertista.
En 1781 realizó una gira por Europa, viajando y dando conciertos en Francia, Alemania y Austria.
En Viena, el Emperador José II propuso un duelo de músicos entre Clementi y Mozart. La habilidad y el virtuosismo de los dos músicos fueron tan grandes, que el duelo quedó en empate.
Desde entonces Mozart estuvo enfrentado frontalmente con Clementi.
A partir de 1782 se instala definitivamente en Londres, donde se dedica a tocar el piano, impartir clases y dirigir. Entre sus alumnos destacaron los compositores Johann Baptist Cramer y John Field (inventor del ‘Nocturno’ para piano).
Consiguió los derechos para poder editar las partituras de las obras de Beethoven.
En 1810 deja de dar conciertos y se dedica enteramente a componer, editar partituras y construir pianos.
Se le considera el padre del piano moderno.
Compuso numerosas obras, casi todas centradas en el piano: sonatas, duetos para dos pianos, piezas a cuatro manos, valses, caprichos, sonatas para violín y piano, sinfonías, conciertos para piano y orquesta, etc.
Las dos obras por las que Clementi ha pasado a la posteridad son la colección de estudios para piano “Gradus ad Parnassum” y la serie de Sonatinas op. 36.
Las Sonatinas op. 36 son una serie de seis sonatinas para piano en tres movimientos y son especialmente indicadas para los primeros años de estudio del piano. Resultan muy interesantes desde el punto de vista tonal, formal, técnico y expresivo, consiguiendo los jóvenes pianistas con su estudio alcanzar unos niveles técnicos y expresivos muy estimables.
Las seis sonatinas están compuestas de forma progresiva, por lo que cada sonatina es más difícil que la anterior.
El tema de apertura de la Sonatina no. 1 está inspirado en la Sonata K.460 de Domenico Scarlatti, autor del que Clementi, en su juventud, estudió algunas obras.
El segundo movimiento de la Sonatina no. 2 presenta un ritmo característico de negra con puntillo seguida de semicorchea.
En la sonatina no. 3 aparecen gran cantidad de escalas.
En la sonatina no. 4 se observan grupos de seisillos.
En la sonatina no. 5 el protagonista es un ‘Aire Suizo’ con estructura de grupos de seis compases, en lugar de los cuatro compases habituales en la época.
La sexta sonatina es la única estructurada en dos movimientos, breve pero animada.
Normalmente no suele ser agradable trabajar técnica: escalas, arpegios, etc. Pero se trata de algo fundamental para el pianista, tanto en su etapa de formación como en su etapa profesional.
Aparte de lo estrictamente mecánico (no podemos olvidar que nuestros dedos son como atletas que tienen que entrenar a diario) nos sitúan en el contexto tonal de la obra que vayamos a estudiar o interpretar.
Os animamos a que no os de pereza practicar técnica ¿o pensáis que a este chico esto no le va a servir de nada?
Las imágenes son de un chico de 11 años en un Concurso de Técnica en la Vlasenko Music School de Moscú, Rusia.